Por más de una generación los índices de la pobreza infantil en Estados Unidos, han tenido el índice más alto de entre todos los países del primer mundo. Según un artículo del N.Y. Times, existe una conexión entre la pobreza infantil, las enfermedades que sufren los más desfavorecidos y el nivel de educación al que podrían tener acceso. Entre parte de la investigación realizada, se muestra, que los niños latinos y negros tienen tres veces más la probabilidad de ser pobres en comparación a la que lo tiene un niño blanco. En 1993 el 28% de los niños en E.E.U.U. vivía en la pobreza, en 2019 antes de la pandemia los niños que vivían en el nivel de pobreza había disminuido a un 11%. Gran parte de la reducción de la pobreza se redujo por diversos factores, entre los que se encuentra: una baja tasa de empleo, el aumento de la participación en la fuerza laboral entre las madres solteras y el crecimiento de los salarios mínimos a nivel estatal. Entre todo, el factor más dominante que se halló en la investigación, lo fue la expansión de la ayuda gubernamental.

Las ayudas de beneficencia tales como SNAP y Medicaid han ayudado a familias de escasez económica a librarse de altos costos de tratamiento médico y a tener alimentos básicos para subsistir. Las medidas complementarias de fondos federales cuentan con miles de millones en créditos fiscales para SNAP y otros beneficios. Los complementos se ajustan al costo de vida local, proporcionando un recuento más preciso de los recursos del hogar. Muchos investigadores creen que la fuerza principal para eliminar la pobreza lo son: una economía fuerte y mayores créditos fiscales. Ese análisis demuestra que la inserción en la fuerza laboral disminuyó en un 9% la pobreza infantil. Los programas de beneficencia analizados en el estudio, demuestran que hacen más por reducir la pobreza que lo que hacían en 1993, pues aumentan beneficios, amplían la elegibilidad para estos programas y facilitan la inscripción a ellos.

Existen expansiones que demuestran el crecimiento de dos subsidios salariales: el crédito tributario por ingreso del trabajo, que se expandió considerablemente en 1990 y el crédito tributario por hijos, que recientemente brindó una ayuda significativa a las familias de bajos ingresos. Los datos demuestran que la familia promedio que salió de la pobreza recibió casi $18,000.00 dólares en beneficios, lo que implica más del 40% de sus ingresos después de rendir impuestos. Uno de los programas de mayor crecimiento e impacto lo ha sido SNAP, que llevó la pobreza infantil a un 11%. En dicho programa los beneficios cambiaron poco a poco, la elegibilidad aumentó y la inscripción incrementó después de hacer el programa más flexible para los ciudadanos.

 A pesar de que la pobreza golpea fuertemente a los niños, los más desfavorecidos tienden a estar vinculados a padres con desordenes de salud como son: la adicción o depresión; también por etnicidad o raza como son: los latinos y negros. Además, muchos inmigrantes tienen menos acceso a las ayudas, por ser indocumentados, pues estás se limitan y restringen a inmigrantes legales. En Puerto Rico el costo de vida es cada vez más alto y algunos de los beneficios complementarios de ayudas federales no se encuentran disponible en la isla. Las ayudas de beneficencias sociales en Estados Unidos les sirven a millones de niños para salir de la pobreza, en Puerto Rico hemos visto que no se ha cortado la brecha del que menos tiene con el que más tiene y la movilidad social se ha mantenido estancada en los últimos años.

 

 

 

Bibliografía:

  • DeParle, J., & McGarvey, M. (2022, septiembre 11). Expanded safety net drives sharp drop in child poverty. The New York Times. https://www.nytimes.com/2022/09/11/us/politics/child-poverty-analysis-safety-net.html