El Tren Urbano: ¿El tren de los ricos?
Ahora se está considerando una extensión adicional del tren en San Juan que podría costar, tomando en cuenta la inflación entre $12 y $15 billones y beneficiaría solo a los ricos del área metropolitana. En una isla donde los niveles de pobreza/pobreza infantil son casi 3 veces mayores a aquellos de los Estados Unidos, lo último que necesitamos es otro proyecto faraónico que solo beneficie a los más privilegiados.
¿Qué podría lograrse con ese dinero si se distribuyera por todos los pueblos de Puerto Rico?
Si el dinero destinado a esta expansión se repartiera equitativamente entre los 78 municipios, cada uno de estos recibirían aproximadamente $150 millones.
Este dinero bien podría ser un estímulo para mejoras de infraestructura. Por ejemplo, arreglo de sobre 500 puentes que están en pésimas condiciones a través de la isla, $1.2 billones para el rescate de la Universidad de Puerto Rico, inversión en salud, inversión en educación, viviendas asequibles y un sin número más de necesidades que ayuden a erradicar la pobreza/pobreza infantil.
La construcción del Tren Urbano no solo ha sido una mala inversión, sino que también ha ignorado a la mayoría de los residentes de Puerto Rico que viven fuera de la zona metropolitana. Este desequilibrio en la inversión pública pone de relieve una separación alarmante entre las necesidades reales de los ciudadanos y las decisiones de los que están en el gobierno.
El desarrollo de Puerto Rico no puede ser una vía de beneficio para unos pocos. Todos los puertorriqueños y puertorriqueñas merecemos un acceso digno y una movilidad social adecuada para desarrollarnos. Nuestro objetivo principal en este momento debe ser aspirar a tener un mejor país y bajar los porcentajes de pobreza/pobreza infantil.