La pobreza institucional de la UPR
Cuando escuchas hablar de pobreza, posiblemente, llegan a tu mente imágenes de personas sin techo, sin ropa, sin comida y sin servicios esenciales como el agua y la energía eléctrica. Pero la pobreza también se encuentra en las instituciones y una de ellas: la Universidad de Puerto Rico. Nos referimos a la imposibilidad de las instituciones públicas como la UPR, para cumplir con sus funciones básicas, en este caso la de ofrecer educación al pueblo de Puerto Rico.
Frecuentemente escuchamos a los líderes de la UPR resaltar cientos de logros para cumplir con las acreditaciones. Es como ver a un gato nadando en el agua. ¿Con qué recursos se dan estos logros si tenemos a los profesores y los empleados empobrecidos? Imposible no decir que en vez de tener profesores lo que tenemos son “pobresores” porque son profesores pobres.
Si los administrativos quieren convencer a la Junta de Control Fiscal sobre la importancia y el legado de la UPR para la rueda económica y social del país, tienen que empezar por darle prioridad a los siguientes asuntos:
- Estados financieros actualizados: sus libros y páginas financieras son como una nube que se desvanece. A veces encuentras información que no está actualizada y otras no la encuentras.
• Corrupción silente de la UPR: El uso indebido de los recursos para beneficio de grupos específicos como lo son los movimientos políticos en el poder buscando posicionarse en los puestos de poder. La Junta de Gobierno continúa colocando funcionarios políticos en puestos de confianza sin cumplir con los parámetros normativos de la UPR. Estos atornillados reciben salarios mucho más alto que los profesores y empleados. Los sacan de puestos de confianza y los colocan en puestos de carrera para que no los puedan sacar.
• Falta de dólares: Los presupuestos se fueron ajustando hasta registrar una baja en el presupuesto. La intromisión indebida de la Junta de Control Fiscal en los asuntos financieros de la UPR ha llevado a la institución a la pobreza. Del 2008 al 2024 ha ido bajando- consistentemente el presupuesto. La UPR no cuentan con el personal o lo”chavos” necesarios para cumplir con sus funciones. Cada día hay más profesores y empleados retirándose y las plazas quedan automáticamente congeladas pero el volumen de trabajo sigue aumentando y no hay dinero para pagarlo.
Estas condiciones mencionadas han traído muchas consecuencias terribles para sus profesores y empleados como, por ejemplo: el acceso a los servicios básicos. Hoy un “pobresor” tiene no solo que preparar sus clases y darle forma sus investigaciones, sino que tiene que ser su propio asistente porque no cuenta con servicio secretarial, el servicio de fotocopias es limitado, los materiales que necesite los tiene que comprar de su propio bolsillo, entre otros servicios más.
El profesor es el mentor por excelencia de los estudiantes y además, tiene que participar de congresos, reuniones internacionales y nacionales, investigaciones interuniversitarias en Puerto Rico o a nivel mundial para estar actualizado constantemente. Pero esta condición es un sueño para un “pobresor” porque todos estos compromisos conllevan un gasto que es imposible de asumir. La UPR no tiene el dinero para enviar a sus profesores a estudiar y actualizarse como lo hacen todas las universidades del mundo. Esta situación pone a los “pobresores” de la UPR en una competencia mundial muy injusta y esto tiene consecuencias. Los profesores y empleados perdieron la confianza en sus ejecutivos que no han dado la lucha por erradicar la pobreza universitaria. Las cartas y circulares son buenas, pero no son suficientes. Lo ejecutivos también tienen que ponerse los tenis y salir a marchar para exigir mejores condiciones laborales para todos.
En estos momentos la Universidad de Puerto Rico es lo que es, y tiene el prestigio que tiene gracias a sus profesores, tristemente hoy “pobresores” porque la pobreza llegó a la UPR para quedarse. Si los administrativos no luchan a capa y espada contra las políticas de la Junta de Control Fiscal por desmantelar la maltrecha institución, habrán perdido la batalla y serán responsables de convertir a nuestro país en uno de “pobrerriqueños”.
La traición del gobierno con la Junta de Control Fiscal.